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Pacto de No Competencia Postcontractual

Pacto de No Competencia Postcontractual

El pacto de no competencia postcontractual es un acuerdo diseñado para proteger los intereses de la empresa una vez finalizada la relación laboral. Este pacto impide que el trabajador utilice información confidencial y establezca competencia directa. Requisitos de...

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El Bonus: Un Análisis Completo

El Bonus: Un Análisis Completo

El bonus es una herramienta retributiva crucial que puede incentivar el rendimiento y la dedicación de los trabajadores. Comprender su regulación y aplicación es esencial para garantizar una gestión adecuada y justa en el ámbito laboral.

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Despido por Bajo Rendimiento en el Trabajo

Despido por Bajo Rendimiento en el Trabajo

El despido por bajo rendimiento laboral está regulado por el Estatuto de los Trabajadores (ET art.5.a, 5.e, 20.2 y 54.2.e) y se aplica cuando un empleado disminuye voluntaria y continuamente su productividad. La empresa debe demostrar que esta disminución es significativa y que el trabajador no cumple con el rendimiento normal o pactado. El rendimiento puede ser comparado con el de otros trabajadores en condiciones similares o con el propio rendimiento previo del empleado. Es crucial que el bajo rendimiento sea voluntario y no causado por factores externos, como problemas de salud o condiciones laborales deficientes. Además, la disminución debe ser sostenida en el tiempo y no un incidente aislado. Ejemplos de despido procedente incluyen incumplimiento de objetivos pactados y negligencia en tareas asignadas. Sin embargo, el despido es improcedente si la empresa no presenta pruebas suficientes o si la disminución es justificada por causas ajenas al control del trabajador.

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Despido por Ofensas Verbales: Análisis y Jurisprudencia

Despido por Ofensas Verbales: Análisis y Jurisprudencia

El despido por ofensas verbales está contemplado en el artículo 54.2.c del Estatuto de los Trabajadores (ET). Para que las ofensas verbales sean causa de despido, deben ser graves y culpables, afectando negativamente la convivencia laboral. La intencionalidad del trabajador, el contexto de las expresiones y el instrumento utilizado (oral o escrito) son factores determinantes. Las ofensas dirigidas al empresario, superiores, subordinados, compañeros de trabajo, familiares o terceros relacionados con la empresa pueden justificar el despido. La jurisprudencia destaca casos en los que los insultos y amenazas han sido considerados procedentes para el despido, subrayando la necesidad de mantener el respeto y la buena fe en el entorno laboral.

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