Prestación contributiva que protege a quienes, pudiendo y queriendo trabajar, pierden su empleo o ven reducida temporalmente su jornada ordinaria de trabajo entre un mínimo de un 10 % y un 70 %.
La duración de la prestación depende de las cotizaciones por desempleo que haya realizado el beneficiario en los 6 años anteriores a la situación legal de desempleo, al momento en el que cesó su obligación de cotizar o, en su caso, desde el nacimiento del derecho a la prestación por desempleo anterior. El importe asciende durante los primeros 180 días al 70% de la base reguladora, disminuyendo desde entonces este porcentaje hasta el 50%.